miércoles, 6 de enero de 2010

Regalos raros

Más allá de las visitas esporádicas que me hacía, vestido con pollera y guantes de lana, no lo veía nunca. Siempre supuse que algún día llegaría vociferando su nombre en voz alta, exaltado y compenetrado, pero dejó de venir el día de navidad de 1927.

No hay comentarios: