miércoles, 27 de enero de 2010

Seguidilla II

Qué bien también que estaban tan callados porque si no se la iban a tener que ver conmigo que los estaba esperando ya desde antes cuando todavía ellos no sabían de qué se trataba nada de lo que les había dicho había funcionado en verdad hasta que luego todos se callaron y empezaron a escuchar la voz del parlante clara que salía como nunca antes de hoy lo había sentido tan así pero casi nunca dormía a la noche oscura en la que todos cerraban los ojos y esperan el día en que finalmente durmieran tranquilos a la luz de las plantas verdes que vigilaban el jardín del fondo blanco otra vez y encima era lunes.

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